En la calle Melissa de dicha zona, hay un parque precioso, diseñado, a mi humilde parecer, con buen gusto por los urbanizadores. Incluso, con buen criterio, tiene un pipi-can enorme, de unos 400 metros cuadrados, el más grande que he visto en mi vida y la gente de dicha zona debería estar agradecida por ello. Además, lo han colocado al fondo del jardín para que el olor y las moscas de las deposiciones no molesten a los que pasean ni a los vecinos.
Pero parece que nos gusta la mierda, nunca mejor dicho y con perdón de los lectores de oido refinado. A pesar de tener el enorme pipi-can perfectamente habilitado para el uso, los cochinos NO LO USAN. En su lugar prefieren ensuciar los jardines y caminos de ese bonito parque.
Aconsejo a los vecinos de dicha zona que denuncien a los que dejen así ese sitio. Es una lástima que los niños de los edificios cercanos no puedan utilizar esas áreas verdes ni caminar con libertad por culpa de un puñado de vecinos indeseables.
¡Abajo la tiranía de las cacas!.