jueves, 26 de agosto de 2010
TODO SIGUE IGUAL O "EL CAUCE CON CACAS DE PERRO"
Es triste ver como el antiguo cauce del rio Turia sigue siendo un cagadero para los perros sin que el ayuntamiento ponga las medidas oportunas para evitarlo. La cantidad de turistas que vienen a Valencia y luego se pasean por las zonas ajardinadas no deberían ver el espectáculo tan bochornoso que representa ver cacas de perros por doquier, ver perros sueltos, ser extorsionados por gorrillas para pagar por poder aparcarse en muchas zonas donde además tienen que pagar la zona azul (ORA). El ayuntamiento debería agilizar la normativa para poder librar de esa gente a la ciudad. Los puestos de trabajo que dependen del turismo son muchos, como para ponerlos en juego por razones aparentemente humanitarias, pero, ¿no es más humanitario velar por los derechos de los que pagan impuestos, velar porque los negocios de las zonas turísticas no se vean afectados por estas mafias del aparcamiento?.
Ya está bien de papanatismo, que con el pan de los trabajadores no se juega. Que no todos tienen la suerte de ser funcionarios. Hay gente que depende de lo bien o mal que le vaya a los restaurantes en que trabajan. Ir a comer a la playa, por ejemplo, es una auténtica pesadilla para los que no desean pagar derecho de pernada por aparcar. Antes que hacerlo muchas personas se van a otro sitio, con la consiguiente pérdida para los restaurantes de la zona afectada.
El descuido de los juegos infantiles del antiguo cauce roza la desidia. Se pueden ver juegos rotos, con clavos oxidados en las zonas donde deberían jugar los niños y pintadas hechas por subnormales con problemas de autoestima y de autoreconocimiento. Es una lástima ver que el Gulliver, que es una auténtica belleza, esté en tan mal estado de conservación. Le hacen falta dos capas de pintura a gritos y una limpieza total. Por algunas partes da asco dejar que los niños bajen por los toboganes por la cantidad de roña pegada que tiene.
A ver si al volver de sus vacaciones los políticos a cargo mandan a los equipos de mantenimiento y limpieza a hacer un trabajo en profundidad...sin olvidar el dar intrucciones a la policía local para que multe, con la misma presteza que lo hacen con los conductores, a los que dejan perros sueltos y ensuciando nuestra ciudad. Que desde hace un tiempo parece que solamente van a la caza del conductor, olvidando que otras personas también pueden ser multadas por acciones faltas de civismo. ¿Tanto cuesta mandar a unos policías de paisano para que puedan pillar a esa gente?. Ver como se camuflan las patrullas para multar a los conductores da vergüenza ajena, sobre todo si luego se piensa en todos aquellos que se libran de las multas porque nunca se les puede pillar en el momento oportuno. El color de los uniformes policiales es facilmente distinguible desde lejos, cosa que no permite denunciar hechos como los que deja en evidencia esta humilde web.
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