En las casas se solía usar el orinal, que era un recipiente que contenía los residuos corporales. Pero las viviendas no contaban con un sistema de evacuación de residuos. Cuando querían deshacerse del contenido del orinal, lo arrojaban a la calle. Era todo una aventura caminar por las calles de noche, que era la hora preferida para esta operación. En la calle solían formarse verdaderos arroyos, repletos de suciedad hedionda. Como una forma de alertar a los transeúntes, al vaciar el orinal se acostumbraba gritar "agua va!". Algo parecido pasa hoy en dia en determinadas calles por culpa de un puñado de personas incapaces de vivir en una sociedad moderna y civilizada.
Pues bien. Ahora, en pleno siglo XXI, cuando pensamos que casi todo está inventado, que somos un país desarrollado de la rehostia y tal, viene un puñado de tarados, incapaces de recoger las inmundicias de sus animales y por arte de magia nos transportan a través del tunel del tiempo a la época en que las calles estaban llenas de caca e inmundicias. Y lo peor es que los de la versión moderna no avisan, es más, lo hacen con disimulo y con muy mala baba.
Si es que hay que joderse.
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