Espero que los lectores que se hayan sentido ofendidos por el titular me disculpen, pero más que una descripción personal, es el nombre del titular de un artículo aparecido en "Mercado de Dinero", que es un periódico que se ocupa de temas financieros y asuntos económicos varios. Vamos, que hasta los economistas están asqueados y avergonzados de ver así nuestras calles.
En el número 187 de la citada publicación mensual, en primera plana tenemos ese titular. Como lo suyo es un tema analítico, no como yo, que actúo movido simplemente por el asco y la falta de urbanidad de ciertos individuos, pues eso, como lo suyo es analizar cifras nos dicen que, por ejemplo, en la ciudad de Madrid el gasto anual de la limpieza de calles asciende a 242 millones de euros -más de 40.000 millones de las antiguas pesetas. Ni más ni menos. Una bicoca. En Valencia no lo sé, pero no andaremos por los cuatro duros, más bien será otra fortuna que se podría gastar en cosas más importantes : mejorar colegios y servicios municipales para niños y personas mayores, por citar algo útil que se puede hacer con el dinero en lugar de despilfarrarlo por culpa de un atajo de personas faltas de civismo.
Nos dicen también que seis millones de hogares españoles tienen perro (pero los sufrimos todos), que cada perro deposita de promedio 100 gramos de heces EN LA VÍA PÚBLICA y que eso representa 600 toneladas de cada cada día. Vamos, como para enterrar dentro a más de un cochinete.
Y a lo anterior hay que añadirle las basuras, propaganda, colillas y todo lo que arrojamos al suelo sin detenernos a pensar en lo asquerosas que están nuestras calles gracias a nuestra actitud de cochinos.
También nos dicen que España está en el puesto 30 del Índice de Desempeño Medioambiental (EPI), que clasifica a 149 países de todo el mundo conforme a 25 indicadores. Por delante tenemos a países como Francia (10º), Alemania (13º), Reino Unido (14º), Portugal (18º) o Italia (24º) y que además nos superan ampliamente países como Malasia, Hugría, Ecuador o Lituania.
Quien haya viajado, por ejemplo, a Alemania, habrá visto con asombro (estamos tan acostumbrados a sortear churritos que no hacerlo nos asombra, por lo menos a algunos) que allí las calles no rebosan de caca, papeles, cáscaras de pipas y basura por el suelo como aquí. En ese EPI toman en cuenta otros factores y estoy seguro que si contasen únicamente las cacas y basuras en el suelo ocuparíamos un puesto aún más atrasado. No es más limpio el que más limpia, si no el que menos ensucia.
Y lo peor es que más que darnos vergüenza e intentar mejorar, simplemente sonreiremos y le echaremos la culpa a otros. Incluso mientras el perro está cagando en medio de la acera...
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