La colocación de señales, prohibiendo el acceso de perros a todas las zonas infantiles, parques y zonas verdes, debería ser tan prioritaria y ejecutada con la misma rapidez que la colocación de un semáforo.
Por lo menos las personas que osamos decirles a los dueños de perros un "por favor, que no cague aquí", tendríamos algo en que apoyarnos.
Y que el ayuntamiento denuncie a tanta mala persona suelta.
Señales como estas hacen falta por toda la ciudad. Hay muy pocas. Y mucho guarro suelto...
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