En el cruce de las calles Maestro Sosa y San Vicente Mártir hay un pequeño parque, con juegos infantiles, bancos para sentarse, buenos árboles y paseos que podrían ser bastante agradables.
Digo "podrían" porque realmente no lo son por culpa de una docena de amos de perros que dejan por doquier los excrementos de sus mascotas.
En las fotos podemos ver a una sufrida trabajadora del servicio municipal de limpieza. La señora me decía que eso se repite cada día, que no para de recoger "bolsas y bolsas" de excrementos y que incluso ha llegado a recoger excrementos a los pies del tobogán infantil. Y se lo creo, vaya que si. ¿Alguien ha pensado en las enfermedades a las que están expuestas estas personas en el ejercicio de su profesión por culpa de los excrementos que se quedan en el suelo?
El ayuntamiento debería identificar a los propietarios de perros que dejan las cacas en las calles, multarlos y devolverles la mierda por correo. Veremos si recibir la caca de sus perros en sus buzones los iba a dejar indiferentes.
En lugar de tener a la policía local encima de los conductores, denuciándolos por no llevar cinturón, detenerse para algún recado, o lo que sea, deberían dedicar parte de esos recursos de seguridad al cuidado de parques. No está bien tener a cientos de policías pendientes de los conductores cuando tenemos problemas que afectan a todos.
LOS PARQUES DEBERÍAN ESTAR LIMPIOS PARA QUE LOS NIÑOS DISFRUTEN DE ELLOS.
Este post está dedicado a la estoica señora de la limpieza que ese día tuvo que sufrir la suciedad de otros. A esta señora le pagan para limpiar las calles de todos, no la mierda de unos pocos.
miércoles, 21 de febrero de 2007
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