¿Crees que el próximo año el ayuntamiento denunciará con contundencia a los que no recogen las cacas de sus perros?

domingo, 23 de noviembre de 2008

Atención: caca de perro contagiosa QUISTES, transtornos intestinales, larvas en los ojos... Hasta una docena de males que afectan, sobre todo, a niños

Durante un par de semanas, la vida de Luisa y Mario fue un auténtico infierno. De manera inopinada, su hijita de tres años recién cumplidos comenzó a tener diarreas intermitentes y dolores en la tripa. Al principio lo atribuyeron a algún alimento que podría haberle hecho daño. Pero al tercer día, cuando llegaron los primeros síntomas de deshidratación y su hija se les iba, supieron que era algo más grave. Ni la dieta blanda, ni los diferentes antidiarreicos recomendados por el pediatra hacían su trabajo, mostrando la niña pérdida de peso y un estado deprimido.

Sólo cuando realizaron un análisis de las heces pastosas que expulsaba la criatura, se determinó la presencia de quistes de Giardia, un parásito frecuente en perros y gatos que también se aloja en el organismo humano, produciendo una sintomatología difusa.
Mucho peor fue el caso de Sebastián, un hombre de 45 años que de un día para otro comenzó a padecer grandes dolores de cabeza y dificultades en su visión. Como sus males no remitían, en un tiempo prudencial acudió al especialista con el miedo del glaucoma o el infarto cerebral metido en el cuerpo. En este caso el diagnóstico fue instantáneo y preciso.

El análisis del fondo de ojo determinó la causa de los problemas, al detectar la presencia de un cuerpo extraño. Sebastián tenía en el interior de su globo ocular un gusano vivito y coleando, exactamente una larva de toxocara, otro parásito asociado a los animales domésticos.
Según el informe Animales de compañía: impacto de los parásitos intestinales en la salud pública, elaborado por la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, con la colaboración del Departamento de Animales de Compañía de Bayer, estamos expuestos alrededor de una docena de peligrosas zoonosis, entre las que se cuentan las desencadenantes de los casos referidos y otras como la ancylostomidosis, la estrongiloidosis y la dipylidiosos, todas ellas asociadas a las mascotas y a los hábitos nada recomendables de algunos de sus propietarios.

PERROS Y GATOS
Más del 30% de los perros y gatos de nuestro país puede estar infectado, según el estudio. Cuando lo explica, la doctora Guadalupe Miró, profesora Titular de Parasitología y Enfermedades Parasitarias del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad Veterinaria madrileña y coordinadora del mismo, tiene escrupuloso cuidado en subrayar ese pueden estar: «No quiere decir que categóricamente tengan parásitos, sino que es muy probable que los tengan». En cualquier caso estamos hablando de una población de 4,3 millones de perros y tres millones de gatos con dueño. Esto hace que, como mínimo, 2,5 millones de estos animales pueden expulsar heces infectadas.
A causa de lo deficientes que resultan los datos oficiales, es difícil establecer cifras concretas en las grandes ciudades españolas, lugares donde la transmisión de estas zoonosis es más frecuente.Tomando como ejemplo el caso de Madrid, se estima que sus 400.000 perros producen alrededor de 30 millones de kilos de excrementos al año, de los que más de tres cuartas partes se abandonan en calles, parques y jardines. Andamos pues, literalmente entre mierda, pero entre una mierda extremadamente peligrosa. Sobre todo para los niños.

El informe señala que de todos los grupos de riesgo, el de nuestros hijos pequeños es el más importante. La vía de contagio son esas heces parasitadas que no se recogen de la vía pública y que también están en el campo, las playas y las orillas de los ríos, lugares todos donde juegan con frecuencia los niños. Éstos suelen llevarse a la boca tierra y objetos contaminados con huevos, resultando infectados.

No son los niños pequeños el único grupo de riesgo. Inmunodeprimidos como los enfermos de sida, pacientes sometidos a ciertos tratamientos oncológicos, transplantados, ancianos y embarazadas (que pueden tener abortos por culpa de los parásitos) también son víctimas fáciles de estos parásitos que pueden vivir durante largo tiempo en el medio ambiente. Mientras que el sistema de transmisión fecal-oral es el más frecuente en los infantes, los demás grupos sensibles suelen contaminarse por la ingestión de aguas contaminadas. En nuestro país, ciertos estudios señalan que el porcentaje de perros infectados por este mal es superior al de otros países europeos de su entorno. Sevilla, con el 13,3% de su población canina afectada y Granada con el 12%, son dos de los lugares con mayor prevalencia.

El informe del laboratorio alemán y la Facultad de Veterinaria de Madrid concluye con la rigurosa recomendación de recoger las heces que arrojen nuestras mascotas, depositándolas en la basura y no tirándolas a las papeleras ni a las alcantarillas. La destrucción por el fuego de las incineradoras municipales es el método más seguro para eliminar los parásitos.

Uno de los más dañinos tipos de parasitosis es el que origina quistes. El más peligroso y conocido es el hidatídico o hidatidosis.Lo produce un cestodo, mal llamado tenia, que infecta al 6% de los perros. Sus huevos se liberan por las heces caninas, a razón de 70.000 huevos diarios, que contaminan el medio donde perviven hasta 10 meses, pasando al organismo humano por vía oral. Una vez en el intestino, las larvas eclosionan y comienzan un viaje hacia diversos órganos, en especial, hígado, pulmones y cerebro, donde se enquistan en un periodo que puede alcanzar 40 años.La ausencia de síntomas durante gran parte del tiempo, hace que la enfermedad pase desapercibida.
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Que alguien en su sano juicio me diga que lo de las cacas de perro es moco de pavo, que alguien diga a los de sanidad que intentar poner remedio a esto es más importante que preocuparse porque una discoteca sortee un par de implantes de silicona entre adultos y que alguien diga a la alcaldesa de Valencia que ya es hora de hacer algo realmente contundente con tanto malnacido que llena las calles de nuestra hermosa ciudad con la mierda de sus perros.

Que ya estamos hasta las pelotas de tener que caminar entre mierda. Creo que merecemos algo mejor.

LÁZARO, LEVÁNTATE.

Aunque el blog había muerto, la estupidez de un grupúsculo al que las autoridades son incapaces de controlar, más que todo por no tener ganas de hacerlo, ya que CUANDO QUIEREN son capaces de hacer grandes campañas y de movilizar a la policía local a poner multas. Sobre todo a automovilistas y a automovilistas. Y de allí no salen porque no se atreven ni tienen ganas de hacerlo.
Pero las calles siguen siendo un estercolero ya que las tímidas propuestas del concejal de turno del ayuntamiento apenas han hecho nada por la limpieza de las cacas en las aceras. Entre sus soluciones estaban colocar bolsitas en puntos estratégicos para que la gente recoja las cacas, poner unos carteles en que sale un perro junto a unos libros y a un ordenador, supongo que para mostrar gráficamente que hay que educar al perro y enseñarle a leer y a chatear (a mi juicio el creativo de esa campaña debería cobrar por ese trabajo en especie canina) y poca cosa más. Pero los pipican de la ciudad apenas funcionan, de hecho no he visto ninguno que funcione ni que sea usado. ¿Y multas a los que ensucian las calles?. Cero patatero.
Sólo espero que en un futuro los altos cargos cobren a destajo por los resultados de su trabajo.

En Valencia tenemos parques estupendos, que nos cuestan dinero a todos y que su mantenimiento no es barato. Un ejemplo es el Parque del Oeste (el que tiene el avión)
Bueno, el motivo de la resurrección de este blog ha sido ver la estupidez de una persona a la que el guarda de este parque llamó la atención porque su perro se estaba cagando junto al tobogán de la zona infantil. Se vé que dicha llamada de atención le pareció una injusticia a dicha persona y desde entonces cada cierto tiempo, y con una periodicidad asquerosa, lleva a su perro a cagar a la puerta que está junto a la pista de patinaje del parque.
Y como veréis, es una auténtica asquerosidad. Es tal el odio hacia los niños de esta clase de gentuza capaz de hacer cagar a sus perros donde juegan los niños, que los carteles de prohibición de pasear perros en las zonas infantiles han sido arrancados. Esa gentuza ve a los niños como competidores por el espacio con sus mascotas. Y es que realmente están enfermos. Son incapaces de ver el riesgo sanitario que representan las cacas de perro para las personas. Lo que merecemos es una plaga de parasitosis que nos llenen de quistes. Las autoridades sanitarias en lugar de poner el grito en el cielo porque una discoteca sortea unos implantes de silicona, ya podría cacarear por el riesgo sanitario que implica tener las calles llenas de mierda.
http://www.elmundo.es/cronica/2002/348/1024301431.html
Multas ya, ¡HOSTIA!.