¿Crees que el próximo año el ayuntamiento denunciará con contundencia a los que no recogen las cacas de sus perros?

miércoles, 23 de enero de 2008

Cagaderos verdes.

Las zonas ajardinadas de la ciudad son utilizadas, erróneamente, por ciertos propietarios de perros, como letrinas caninas. Vamos, que se piensan que cualquier jardín es un pipican para sus mascotas.
Este pensamiento, propio de quien se regocija en su propia estulticia, nos ha conducido a evitar las zonas verdes: pisarlas es sinónimo de salir embarrado por culpa de un mierdón asqueroso. Mejor dicho, por culpa de quién no tuvo ganas de cumplir con su deber. Aquí en las fotos os dejo un ejemplo de la falta del sentido del deber de estas dos personas: en ninguno de los casos recogieron las inmundicias de sus animales. Las dejaron en el suelo y a seguir camino.
Tener un jardín bajo la ventana se convierte en algo asqueroso y fuente de infecciones gracias a personas que carecen del sentido del respeto hacia sus vecinos. Sino que se lo pregunten a los que viven sobre esta zona ajardinada y tienen que soportar cada día el mal olor de las cacas y a las moscas que salen de ellas.

PD.: Este perro negro es cagador habitual, gracias a sus dueños, de la zona ajardinada que está al final de la calle Quart de Les Valls. JAMÁS recogen sus enormes deposiciones. ¿Por qué leches no lo hacen cagar en la puerta de su casa?. Respeto es lo que falta.

El Parc de la Rambleta.

En el barrio de San Marcelino, barrio de gente honrada y trabajadora, tenemos uno de los parques más bonitos de Valencia, aunque desconocido para muchos. Se llama Parque de la Rambleta. Es un parque enorme, con una zona de juegos infantiles de las más grandes que he visto, donde tranquilamente pueden jugar 120 niños y hacerlo con tranquilidad, ya que hay muchos juegos, casitas de madera, toboganes y demás, todo ello sobre una superficie de arena bastante aceptable. Las zonas ajardinadas , dominadas por un pequeño lago y riachuelos artificiales, están muy bien y en ellas los niños pueden jugar y correr con tranquilidad. ¿A qué se debe esta maravilla?. A que sencillamente la entrada de perros está prohibida.

En ninguna zona del parque se encuentran cacas ni meados de perro. Es algo así como un santuario para las personas limpias, empañado de vez en cuando por algún tarado que pintarrajea las paredes, aunque rápidamente son limpiadas por el equipo de mantenimiento.

Imagináos por un momento, sobre todo para quienes conozcan el parque, que la entrada de perros se permitiese, como en el antiguo cauce del Turia o Jardines de Viveros. ¿Qué pasaría?. Pues sencillamente que toda la limpieza y tranquilidad del parque se perdería: los jardines se llenarían de cacas, los rincones de meados, los niños no podrían correr libremente, habrían perros sueltos poniendo en peligro la integridad de los paseantes y sobre todo, la limpieza del parque disminuiría, ya que después de todo, "¿qué importancia puede tener tirar los papeles al suelo frente a las cacas que hay por doquier?". Este último pensamiento es frecuente entre las personas que tiran papeles, cáscaras y cosas así en el suelo. En fin, si se permitiese la entrada de perros la cosa sería similar a lo que pasa en los parques antes mencionadas.
¿No sería sensato por parte del ayuntamiento prohibir totalmente la entrada de perros a todas las zonas ajardinadas de la ciudad?. A la vista de los hechos creo que si.
Otra cosa es que no se haga por motivos políticos del tipo "perderemos votantes". Pero esto es un falacia, ya que cada día miles de conductores son multados, cada vez son mayores las zonas donde no se puede aparcar sin pagar derecho de pernada (zonas azules), donde se prohibe el paso de coches o aún peor, se suben las contribuciones y no pasa nada.
Se debería pensar en quienes cumplen las normas, pagan impuestos, quieren parques limpios y también VOTAN.
Os dejo con el ejemplo de un parque que se debería seguir en todas las zonas ajardinadas de la ciudad. Y se podría hacer con un poco de voluntad al respecto. La ciudadanía lo agradecerá. Quienes piensen que esto es posible y debiera ser así, pueden llamar al 010 y pedir hablar con la persona responsable. Decenas de llamadas podrían llegar a cambiar esto. Os invito a hacerlo.
A quién corresponda: el cartel que indica la prohibición de entrada de perros en el Parque de la Rambleta está medio roto. Ya toca cambiar la pegatina.













Scoty en la calle Jaime Beltrán.

Los cachorros son adorables. Eso no lo pongo en duda.Pero para tener un animal hay que ser responsable y saber que hay ciertos deberes que cumplir para no afectar al resto de personas que viven a nuestro alrededor. En las fotos, tomadas en la calle Jaime Beltrán, se puede ver a un precioso cachorro meando en medio de la acera mientras su dueña se hace la sueca antes de seguir su camino y dejar la calle con la suciedad de su animal. Que el animal sea encantador no quiere decir que sus mierdas o meados lo sean, por favor. También se puede ver como los alrededores de muchos contenedores son usados como letrina canina por quienes erróneamente piensan que es buen sitio para dejar las cacas de sus perros y lo único que hacen es que acercarse a tirar la basura se convierta algo asqueroso. Venga, por favor, que se agachen y la recojan, que para eso es su animal. El ayuntamiento gastó mucho dinero de nuestros impuestos en poner nuevos contenedores que se abren con el pie para facilitar esa labor a los ciudadanos y ahora viene un atajo de cochinos a estropearlo con su falta de respeto hacia el entorno.
¿Tanto cuesta ser limpio?, ¿tan duro es respetar a los demás?, ¿tan difícil es dejar de cagarse en todo?.
Estoy hasta las narices de ver que parte de nuestros impuestos se desperdician haciendo que cuadrillas de limpiadores recorran la ciudad infructuosamente. Que la cosa no sólo es limpiar y limpiar, que aunque se pueda hacer mejor en Valencia no se deja de hacer. También hay que aprender a no ensuciar y sobre todo a ser responsables.
Y si algunas personas no quieren cumplir con su deber que se les multe sin pena alguna, que para eso están las normativas. ¡HOSTIA YA!.



Calle Manolo Taberner.

Dando una vuelta por el barrio de la Olivereta, entristece encontrar las aceras sucias por culpa de un puñado de desalmados. También abundan los portales y entradas a bajos llenas de meados de perros, como se puede apreciar en la foto.
La muestra está hecha en la calle Manolo Taberner. El que dejó allí ese regalo se lo debió haber subido a su casa. Y de esos guarros parece que hay muchos por los alrededores.



viernes, 18 de enero de 2008

Guarros.

Imagináos por un momento que en cada finca de la ciudad, uno de los vecinos se volviese majara o loco perdido del ahorro de agua y dijese "paso de hacer mis necesidades en casa para no tener que tirar el agua de la cisterna del WC ni tener que limpiar mi baño", y que a partir de ese momento saliese a la calle a dejar sus truños. ¿A qué sería algo asqueroso?, ¿a qué todos lo llamarían, por lo menos, "guarro", "inmundo" o algo peor?, ¿a qué llamaríamos a la policía para denunciarlo?.

Pues cada día ocurre lo mismo en nuestras calles y nos callamos, apechugamos, toleramos lo intolerable. Soportamos la misma mierda en nuestras aceras, en nuestro entorno, aguantamos a aquellos que faltan el respeto a sus vecinos y a los trabajadores de los servicios de limpieza sin decir absolutamente nada. Y lo peor es que ellos lo saben. Saben que las calles son suyas y que pueden dejar la caca de sus perros allí, cada día lo hacen y no les pasa nada.

¡Sólo falta que algún tonto del bote me diga que la mierda de perro es maná del cielo comparada con la caca humana!. ¡PUES NO!. Es la misma asquerosidad.
Basta de aguantar a los que no recogen las inmundicias de sus animales.



PD.: Agradezco a R%&$·%nstein223, A BraYaN y a ByRoN las fotos que ilustran esta entrada.

¡AGUA VA!

Cuenta Beatriz Esquivias Blasco en su libro ¡Agua va! sobre La higiene urbana en Madrid (1561-1 761), que “era costumbre de los vecinos arrojar a la calle por puertas y ventanas las aguas inmundas y fecales, así como los desperdicios y basuras”, antes de hacerlo, solían decir “agua va” para que los paseantes de las calles se protegiesen si les era posible. Todos estos desperdicios se acumulaban en las calles al punto que llegaban a impedir el paso de los carruajes y personas por ellas. Las ciudades europeas de la edad moderna carecían de alcantarillado, las calles y plazas se veían surcadas por riachuelos de aguas servidas que corrían entre los excrementos de un gran número de animales que compartían las ciudades con los humanos. ¿Os suena la cosa?.

En las casas se solía usar el orinal, que era un recipiente que contenía los residuos corporales. Pero las viviendas no contaban con un sistema de evacuación de residuos. Cuando querían deshacerse del contenido del orinal, lo arrojaban a la calle. Era todo una aventura caminar por las calles de noche, que era la hora preferida para esta operación. En la calle solían formarse verdaderos arroyos, repletos de suciedad hedionda. Como una forma de alertar a los transeúntes, al vaciar el orinal se acostumbraba gritar "agua va!". Algo parecido pasa hoy en dia en determinadas calles por culpa de un puñado de personas incapaces de vivir en una sociedad moderna y civilizada.

Pues bien. Ahora, en pleno siglo XXI, cuando pensamos que casi todo está inventado, que somos un país desarrollado de la rehostia y tal, viene un puñado de tarados, incapaces de recoger las inmundicias de sus animales y por arte de magia nos transportan a través del tunel del tiempo a la época en que las calles estaban llenas de caca e inmundicias. Y lo peor es que los de la versión moderna no avisan, es más, lo hacen con disimulo y con muy mala baba.

Si es que hay que joderse.

Caca en las calles, al más puro estilo medieval, cuando no existían aseos ni alcantarillado.





martes, 15 de enero de 2008

Un paradigma de paradoja.

Un ejemplo de lo dispares que son las medidas, comparativamente, que se aplican a los malos conductores y las que se deberían aplicar a los ciudadanos carentes de civismo la tenemos en las siguientes fotos. Han sido tomadas en la puerta del depósito de la grúa municipal de la calle San Ernesto. En ellas vemos salir grúas que acaban de hacerle una faena a conductores que en muchos casos habían dejado sus coches mal aparcados unos minutos por alguna razón: un recado, dejar a los niños donde los abuelos, un despiste o lo que sea. Eso no es una disculpa hacia ellos, es la realidad cotidiana para muchos conductores que tienen que jugársela cada día para poder movilizarse en sus vehículos en una ciudad sobrecargada de tráfico rodado, con calles estrechas y con zonas donde no existen aparcamientos públicos ni privados, vamos, donde a veces hay que aparcar mal porque no queda otra salida. Pero cada día vemos como otras personas, que literalmente se cagan en todo, se van de rositas sin ningún tipo de sanción.
Y eso no es igualdad para el ciudadano. Y un trato no igualitario conduce a la injusticia.
En las fotos se comprueba como mientras a unos los frien a multas a otros el hacer caso omiso de las normativas les da igual, con ellos no es, quedan impunes, son intocables. De hecho se cagan (o sus perros) en la puerta de la grúa municipal. ¿Consecuencias de un mal Karma?.
¿Por qué no se pone el mismo empeño sancionador hacia otro tipo de infractores?.
Acordáos de esto cada vez que os pongan una multa con todos los medios tecnológicos y burocráticos que han implementado para recaudar vuestro dinero. Y no lo olvidéis en época de elecciones municipales.





miércoles, 9 de enero de 2008

PARQUES: PROHIBICIÓN DE ENTRADA DE PERROS II.

Ya es hora que las autoridades prohiban la entrada total de perros a cualquier zona verde de la ciudad. La falta de civismo de ciertos propietarios de canes, que no todos, hacen que esto sea una necesidad desde el punto de vista sanitario. Las enfermedades que se pueden transmitir por las heces de estos animales no tienen porque poner en juego la salud de los viandantes, especialmente los niños. Y qué leches, es una asquerosidad.
Este parque de Alboraya es una muestra de lo que se puede lograr prohibiendo la entrada de perros: zonas infantiles LIMPIAS, zonas de descanso limpias, un entorno saludable y agradable, donde se puede respirar y caminar con tranquilidad. Lo mismo pasa en ciertos parques de Valencia donde han optado por esa prohibición: Jardines del Polifílo, parque de Benicalap (pero donde una colonia de gatos llena de cacas la zona de la entrada que da a la Ciudad Fallera), Jardines de Monforte y alguno más. Desconozco si el alcalde de Alboraya es de izquierda, derecha o del medio, pero lo que sé es que quien puso esa prohibición es alguien con mucho sentido común, aunque luego haya metido la pata gastándose el dinero que el pueblo no tiene y que haya motivado que el posterior alcalde ordene denuncias a los automovilistas en plan sanguinario.
Pero, ¿los valencianos no deberíamos tener la posibilidad de llevar a nuestros niños a cualquier parque sin tener que ir sorteando las cacas o limpiando la ropa y zapatos de nuestros niños cada vez que se encuentran con un zurullo canino dejado por un amo descuidado?.
Por favor, la cochinada de unos pocos no tiene que ser soportada por toda la población.
¡Hostia ya!.



¿QUÉ SE TEME AL MULTAR A LOS QUE DEJAN CACAS EN LAS ACERAS?

Cualquier persona que haga una pequeña encuesta, como la que hemos hecho en esta web sobre las multas a los que dejan caca en las aceras y jardines, entre sus conocidos, amigos, vecinos o lo que sea, tendrá como resultado de la misma el descontento de los encuestados con relación al tema que nos resulta a TODOS tan desagradable.
De la encuesta que hemos hecho, que ha sido respondida por 99 lectores, tenemos que el 85% opina que las multas deberían ser mayores. El 15% opina que no deberían existir, pero de ese 15% habría que quitar a los que opinan eso porque piensan que la gente debería cumplir con su obligación sin tener ninguna imposición. En todo caso, ha sido una encuesta muy básica, pero que nos sirve para saber de modo objetivo algo que todos ya sabemos: QUE LA POBLACIÓN ESTÁ HARTA DE TENER LAS CALLES LLENAS DE CACA.
Entonces, ¿qué espera el ayuntamiento para informar a los infractores en potencia, o sea a los propietarios de perros, de sus obligaciones y de las consecuencias que puede tener su falta de civismo y posteriormente establecer una campaña de denuncias contra esta panda de caraduras que hacen de nuestra preciosa ciudad una inmensa letrina canina?.
El ayuntamiento de Ávila ha hecho algo al respecto, lo de informar con buen rollito y demás. Otros ayuntamientos han tenido iniciativas parecidas, pero el desprecio de cierto sector MINORITARIO de la población hacia el resto de ciudadanos ha hecho que sean un despilfarro de recursos. El mandarles panfletos informativos, intentar educarlos y demás suele caer en saco roto. En los únicos municipios donde ha habido resultados al respecto ha sido en los que han tenido mano firme al respecto y han empezado a denunciar de modo fehaciente. Vamos, que ya es hora. Que la cosa huele. Y como la pises más.

sábado, 5 de enero de 2008

FELIZ 2008.

A todas aquellas personas que respetáis los derechos de los demás os deseo un feliz 2008. Sólo me atrevo a pediros una cosa: cada vez que veáis a un guarro o guarra haciendo cagar a su perro sin recoger los excrementos, recriminadlos sin tener vergüenza alguna, recordadles que lo que hacen está mal y que además conlleva una fuerte multa.

Y para todos aquellos que sólo demostráis desprecio por el prójimo, odio por la ciudad de Valencia y su ornato, para todos aquellos hijos de la grandísima puta que llenáis nuestras calles de mierda haciendo que transitar por sus barrios sea como caminar por un campo de minas, sólo os puedo decir que espero que os déis cuenta de la auténtica falta de respeto que tenéis hacia vuestros vecinos, hacia vuestra ciudad y hacia vosotros mismos, por permitir que la inmundicia de las cacas de vuestros perros sean parte de nuestras aceras y jardines.