¿Crees que el próximo año el ayuntamiento denunciará con contundencia a los que no recogen las cacas de sus perros?

sábado, 26 de febrero de 2011

Las sufridas plantas bajas.





Tener un negocio es una agonía. No sólo por la tremenda carga fiscal que nos imponen los gobiernos que tenemos, que necesitan mucho dinero para mantener su rollo social, los sueldos de miles de funcionarios, las 17 autonomías y la buena vida de muchos políticos (que no todos, supongo que habrán muchos que se conforman con poco, ¿o es leyenda urbana?). Bueno, al tema, no sólo por eso. También hay que soportar día tras día los meados de los perros. Y la culpa no es de los pobres animales, que tienen sus necesidades, sino de los caraduras que mientras el animal mea o caga donde no debe, se hacen los suecos y miran para otro lado, para luego seguir su camino.
Que los parta un rayo.

Mientras hacía las fotos, un viandante me comentó: "el mejor truco contra los meados de los perros es pulverizar la pared con agua y luego, mientras está fresca, espolvorear pimienta blanca. Eso ahuyenta a los perros".

Las fotos han sido tomadas en la calle Agustina de Aragón.

A los que se debe ahuyentar es a los amos.

Que asco de aceras. Y por si no lo sabéis: como no hay pasta el ayuntamiento ya no manda a limpiar las pintadas y el baldeo de calles se ha reducido. Sólo falta que nos caiga una epidemia, por guarros. Nos la tendríamos merecida.

Menos multas a los automovilistas, señores del ayuntamiento, que la cosa ya os canta.
COMO SIGÁIS ASÍ NO OS VOLVEREMOS A VOTAR.

Y a propósito de esto último, os dejo algo que no debéis dejar de ver:
http://www.nolesvotes.com/

martes, 8 de febrero de 2011

El imbécil y la mierda.

No sólo la mierda ensucia y afea nuestra ciudad. A la suciedad de las calles hay que sumar otra: la estupidez de parte de nuestra juventud, futura carne de cañón.
La idiotez de niñatos como el de la pintada ha hecho que el Ayuntamiento de Valencia no sea capaz de adecentar las paredes de la ciudad a buen ritmo. Es más, la crisis económica ha hecho que el Ayuntamiento recorte los gastos de la brigada antigrafiti. Antes, si un ciudadano daba un aviso de grafiti, la brigada de pintores aparecía en más o menos una semana. Ahora pueden pasar meses hasta que aparezcan. A menos que sea en el casco histórico o cerca de alguien importante. Pero los barrios de gente honrada están siendo convertidos en un guetto. La estupidez de niñatos como el de la foto hace que los barrios en los que operan se degraden, las casas pierdan valor, la vida allí sea desagradable.
El Ayuntamiento podría poner medidas para ello, contratando detectives privados, enviando policías de paisano, para hacerse con los datos de los gamberros que hacen pintadas y poner multas ejemplarizantes. ¡Qué ya está bien que por la idiotez de unos pocos todos paguemos las facturas!.
Al idiota del grafiti: eres un enorme pedazo de mierda. El día que te pillen tú o tu familia tendréis que afrontar las consecuencias de tus actos. Ojalá sea pronto.
ACTUALIZACIÓN 18 DE MAYO 2011: EL AYUNTAMIENTO YA NO TIENE SERVICIO DE PINTORES CONTRA LOS GRAFITIS, SALVO EXCEPCIONES ESPECIALES (PINTADAS DE CONTENIDO CONTRARIO A LA LEY O EN MONUMENTOS PÚBLICOS). En otras palabras, a joderse con los niñatos sin que nadie haga nada, ni multarlos ni limpiar su mierda.



El paso de cebra. Calle Archiduque Carlos.


No hay rincón en la ciudad
que se libre de Don Mojón.

En algunas ciudades cruzar por el paso de cebra es algo seguro. En Valencia no. Frecuentemente te puedes encontrar una mieda en el sitio menos pensado. No es ciudad para ciegos ni incautos.

La terraza. Calle San José de la Montaña




Al daño que económico que sufre el dueño del bar hay que sumarle la falta de civismo y suciedad. Calle San José de la Montaña.
Multas de una vez, por favor.

Calle Los Leones. A la altura del número 43




¡Qué asco!.
Multas, por favor.

Hombre CIEGO recoge los excrementos de su perro.

Si una persona invidente puede hacer esto, es una auténtica vergüenza que muchos propietarios de perros que gozan de un estupendo estado físico se nieguen a hacerlo. Este video es una prueba más que el problema no son los perros, son los propietarios que no se quieren hacer cargo de su responsabilidad.