En la calle Conde Altea hay muchos árboles plantados, es una calle muy bonita.
Lo malo es que hay mucho guarro que cree que esos árboles y el pequeño espacio de tierra que los rodea están destinados para que sus perros caguen y meen allí.
Cansados de esa situación, del mal olor, las moscas y la terrible imágen que da ver una mierda a la salida del portal, los propietarios de una finca han optado por cubrir la tierra de los árboles que están junto a su finca. Sería una buena solución, lo malo es que es muy cara y somos un pueblo que ha vuelto a la miseria. Lo malo es que ahora, aparte de pobres, vivimos rodeados de caca.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
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