El acelerado incremento de excrementos de perro en los parques infantiles ha hecho resurgir en nuestro país una enfermedad del Tercer Mundo. El parásito giardia lamblia, supuestamente erradicado del mundo desarrollado, vuelve a destrozar los intestinos de nuestros bebés.
A la niña Abril de año y medio, tardaron tres meses en diagnosticarle su verdadadera enfermedad. Lo vive su madre, contable y vecina de Sol i Padrís, Carme Martí Sistac, 37.
-¿Qué le pasa a Abril?
-Tiene deposiciones más frecuentes, más deshechas de lo normal y de un color muy feo.
-¿Cómo se le detectó el parásito?
-A principios de curso, en septiembre pasó de hacer caca dos veces al dia a cinco.
-¿Que dijo el médico?
-Como no tenía ningún otro síntoma de intolerancia, al principio la pediatra pensó que sería la dentición.
-Cuándo se pensó en el parásito.
-A los tres meses. Hace diez días, la pediatra encargó un análisis de lamblias y dio positivo.
-¿Hubo que ingresarla?
-No. Ella está bien, contenta, juega, va a la guardería y hace vida normal. Lo que nunca sabremos es si cuando estaba irritable era por dolor de barriga.
-O sea que la gravedad es mínima.
-Aparentemente sí, pero si no se trata puede tener consecuencias graves.
-¿Por ejemplo?
-Intolerancia a la lactosa, destrucción de la flora intestinal, menor permeabilización de los intestinos y por tanto menor absorción de nutrientes, más diarreas...
http://cac.drac.com/200312/20031212.html
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